PONENCIA COLOQUIO INTERNACIONAL: ARTES, EMOCIONES Y GÉNERO
Nombre de la propuesta: TRANSMUTACIÓN MEDIÁTICA
(Performance)
Autoras: COLECTIVO CORPOAIRE danza y género.
Integrantes: Alexandra Castañeda Obando,
Francia Elena Mamian Ruiz, Tatiana Alexandra Castañeda Bonilla.
TRANSMUTACIÓN MEDIÁTICA
RESUMEN: Nuestra
ponencia aborda la normalización de un modelo de corporalidad femenina en la
ciudad de Cali, construida a partir de la influencia de la Narco-cultura, la
Narco-estética, los Mass media, la publicidad y el consumo en el marco de una economía
de mercado. Convirtiendo este tipo de
cuerpo en un discurso hegemónico en ascenso.
Palabras claves: Género,
Mass media, Narco-estética, Cuerpo, Feminidad.
Abstract:
Our paper approaches the normalization of a specific
model of feminine corporeality in the city of Cali. This model has been built
by the influence of the Narco-culture, Narco-aesthetics, Mass Media, advertising
and consumption in the framework of a market economy. This type of body has become
an overbearing standard of beauty.
Keywords: Gender, Mass media, Narco-aesthetic, body,
femininity.
Esta
ponencia tiene por objeto presentar un trabajo de investigación y acción que
hemos venido realizando tres personas[1], desde el Colectivo CORPOAIRE
agrupación artística, que emerge en el año 2005 y en sus últimos tiempos se ha
preocupado por una investigación de género de carácter artístico; en ese
contexto, nace nuestro obra: Transmutación
Mediática, bajo el formato de performance; se ha presentado en diferentes
espacios con variados públicos, persiguiendo sintetizar desde el lenguaje
artístico una investigación y reflexión senti-pensante alrededor del cuerpo
femenino contemporáneo y su vínculo con los Mass media.
La
propuesta se enmarca en el eje temático No 3 de la convocatoria, que refiere a
la reflexión en torno a las experiencias y emociones de las mujeres en la
creación artística, así como, a las nuevas perspectivas de las mujeres en la
representación de las emociones y los cuerpos desde sus propuestas y
experiencias estéticas. El performance genera entre creadoras y espectadoras
(es) nuevos diálogos, discursos, sensaciones y preguntas frente a un tema tan
complejo como es la configuración y sobre-explotación del cuerpo de la mujer en
el marco de los Mass media, más específicamente con la influencia del
narcotráfico en la ciudad de Cali y su impacto en la corporalidad de las
mujeres.
Este
documento recoge parte de nuestra investigación, organizado de la siguiente
forma: primero hacemos una contextualización del fenómeno, luego damos algunas
características de la investigación en campo y posteriormente presentemos
nuestra estrategia artística de intervención social respecto a la problemática
planteada.
1. CONTEXTUALIZACIÓN
1.1. Cuerpo y Poder:
La
feminidad es una construcción cultural, por consiguiente, la feminidad
normativa o hegemónica, es el resultado del ejercicio de poder sobre la
confección de lo femenino, se expresan en discursos de diferente orden desde lo
estético hasto lo comportamental. Este trabajo de investigación se preocupa por
esos discursos de belleza, que sugieren ciertos consumos estéticos, anclados a
una feminidad hegemónica, que podríamos atrevernos a llamar la Narco-feminidad
que conlleva a una Narco-estética.
Como
artistas escénicas sabemos que en el cuerpo se encarna el poder, siguiendo a
Foucault el ejercicio del poder genera cuerpos dóciles, y sobre su docilización
se ejerce el control. Con nuestro performance mostramos una forma de
docilización de esos cuerpos de mujeres caleñas, a través de la re-ingeniería
de los mismos.
1.2. Cali y Narcotráfico:
Desde la
década de los 80 y 90 Cali vivió el
impacto socio-cultural del “Cartel de Cali”, toda una tradición como ciudad
deportiva, fiestera y de mujeres bonitas,
adquirió los matices del Narcotráfico, el cual permeó todas las
instituciones de la vida social como: equipos de futbol, instituciones
educativas, construcciones de propiedad raíz, incluso afectó la industria de la diversión en Cali. Además
de acudir a lo que algunos autores
llaman “Violencia seductiva” (PAREDES
2003) que implicó desde sobornos a funcionarios del Estado y del municipio,
hasta asesinatos selectivos en el peor de los casos.
Los
Rodríguez Orejuela máximos líderes del Cártel de Cali, eran apreciados por gran
parte de la población de la época como benefactores y educados empresarios que
se preocupaban por la inversión pública y el bienestar general de la ciudad.
Aún más, si tomamos en cuenta que
comparativamente con el cartel de Medellín, el Cartel de Cali no se dedicó a
acciones terroristas de gran impacto sobre la población.
El
narcotráfico se suma, además a otras violencias relacionadas con la exclusión,
la marginalidad de antaño y a la problemática de violencia política, pasa a
constituirse en un actor más del conflicto que atravesaba el país, con su
debido protagonismo tanto en lo social como en lo político. Por consiguiente,
se va configurando poco a poco modelos de ser, pensar y vivir la ciudad que
marcan de manera directa las relaciones que se construyen y los ideales de
vida.
1.3. Narco-Cultura:
De este
proceso surge lo que es conocido como Narco-cultura, que profundiza los valores
patriarcales e impone modelos comportamentales, desarrollados en las esferas de
la vida privada y pública.
Para
Ovalle las actividades del narcotráfico implican un modo de vida específico,
caracterizado por la cohesión que se da a partir de compartir una actividad
ilegal de la cual se deriva ingentes sumas
de dinero, en palabras de Ovalle.
“La narcocultura hace referencia a una
entidad sociocultural que se objetiviza en un conjunto de prácticas como la
opulencia, el derroche, el consumo demostrativo, la transgresión y la violencia”.
(OVALLE 2006).
En la
Narco-cultura el cuerpo adquiere con más fuerza un valor comercial, funcionando
como mercancía que transita en libre mercado y participando de todo un conjunto
de políticas de mercadeo de la estética corporal. Las mujeres son objeto de los consumos narco,
muchas son las historias de violaciones colectivas y hasta de asesinatos de
mujeres y de sus familias por negarse a los apetitos sexuales de traquetos,
guardaespaldas, entre otros. La imagen de la mujer caleña bonita y sensual se
enarbola más en canciones, reinados de belleza, concursos de modelaje y hasta
en la tradicional cabalgata de la Feria de Cali. Se conjugan entonces, unos
parámetros culturales específicos sobre los cuales se había erigido la cultura
caleña con los requerimientos corporales y estéticos de la Narco-cultura. El
narcotráfico entra a reforzar ideas, prácticas culturales y por ende formas de
vivir el cuerpo femenino que se compendian en un discurso monopólico del ser
caleño y caleña.
1.4. Vigencia de la Narco-Cultura y Narco-estética (mass
media, publicidad y consumo):
Caído el Cartel
de Cali, parece no hablarse más de narcotráfico en la ciudad, sin embargo, nos
encontramos con la espectacular producción de series de narcotráfico, con
fiestas lujosas, capturas en el Norte del Valle y el Pacífico Colombiano, y con
toda una penetración de la Narco-cultura en los consumos estéticos de la mujer
caleña, en respuesta a lo que algunos han llamado la Narco-estética.
Definida
por el estudioso Omar Rincón como “(...)una
estética, que cruza y se imbrica con la cultura y la historia de Colombia y que
hoy se manifiesta en la música, en la televisión, en el lenguaje y en la
arquitectura. Hay una narco-estética ostentosa, exagerada, grandilocuente, de
autos caros, siliconas y fincas, en la que las mujeres hermosas se mezclan con
la virgen y con la madre.”(RINCÓN 2009)
Todo este discurso
cobra mayor impacto gracias a los Mass media, la publicidad y el consumo, que refuerzan
prototipos de la mujeres: en telenovelas, revistas amarillistas, anuncios publicitarios
que ofrecen infinidad de productos estéticos y de belleza, sex-shops
con increíbles locales en las principales avenidas de la ciudad como la avenida
sexta, la cll 9, los cuales exponen mujeres exuberantes y semidesnudas en sus
anuncios publicitarios, también se nota en las tiendas de ropa con la moda
retronarco, transformaciones en el tallaje de las prendas de vestir, cuyos
maniquies parecen reventar de silicona y de manera más exorbitante la proliferación
de clínicas de cirugías estéticas alrededor de la ciudad; todo ellos son una
muestra de la penetración de la Narco-estética y con ella de la Narco-cultura
en Cali. Tal es el impacto que ha tenido
estas dinámicas en Cali, que la ciudad
se ha constituido en la meca de las
cirugías plásticas, muchas mujeres de distintas ciudades e incluso por fuera
del país llegan a la ciudad a realizarse procedimientos estéticos.
Incluso
como lo plantea Pérez Henao existe “un
mercado de consumidores masivos que toma el cuerpo como su objetivo” y son
los Mass media los que utilizan el cuerpo como “eje fundamental de la comunicación”. (PEREZ HENAO 2004)
En
respuesta a lo anterior y en función de avanzar hacia una propuesta de
intervención artística, determinamos un pequeño estudio en campo, que
permitiera evidenciar lo que la bibliografía y nuestras primeras impresiones
estaban señalando, en ese sentido nos hemos centrado en mujeres en un rango de
edad entre 25 y 45 años, de clase media, de un contexto urbano, en este caso,
la ciudad de Cali, de origen étnico mestizo, entendiendo la ambigüedad que este
término sugiere, con la palabra mestizo queremos decir, que el estudio no se ha
realizado sobre mujeres de comunidades étnicas específicas.
Hicimos
observación etnográfica en los principales centros comerciales de la ciudad de
Cali: Unicentro, Palmeto Plaza, Chipichape, por espacio de dos meses,
realizamos una muestra de las principales clínicas de cirugías y de los
Sex-shops, como fuentes secundarias acudimos a las revistas de clínicas
estéticas como Imagen y Nueva. A publicaciones del periódico Q’ hubo de Cali, con sus concursos de la
Chica Bombom, y su sección El peluche del día. Publicaciones de
importantes revistas de farándula como VEA,
CARAS, SOHO, JET SET. De la
observación etnográfica encontramos un gran porcentaje de mujeres con cirugías
estéticas de aumento de busto y de nalgas, frecuentando los centros comerciales
observados, consumiendo en todo tipo de negocios, los almacenes de ropa han
aumentado el tallaje de las prendas en lo que respecta al busto, han
proliferado los negocios dedicados a la venta de fajas para la reducción de
cintura, así como el número de centros y clínicas estéticas que ofrecen la
opción de modelar el cuerpo. Para la ciudad de Cali hay un promedio de 750
centros de estética registrados en directorio local de Telmex, 40 clínicas de cirugía estética,
sin contar los que no pautan por este medio. Según datos de Fenalco
comprendidos en el documento: Información
general servicios de Salud dirigidos a lo estético, Cali es la segunda
ciudad después de Bogotá con más cirujanos plásticos, de acuerdo a cifras de la
Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, en el país se realizan más de 300 mil
cirugías plásticas al año y existen alrededor de 800 clínicas para estas
cirugías en Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, lo que posiciona a Colombia
como epicentro de la cirugía plástica en la región, empero, se podría decir que
estos datos no son exactos, dado la insuficiencia en el registro de los
procedimientos estéticos realizados en lugares ilegales. Frente a la revisión
de prensa, encontramos que el periódico Q’hubo,
publicación de circulación nacional, con presencia en 11 departamentos, de
emisión diaria, de propiedad de la empresa el País de Cali constantemente alude
a exaltar el cuerpo femenino semidesnudo en anuncios publicitarios, como el
usado para la emisora Energía donde
se aprecia una mujer voluptuosa, anunciado como la noche de los uuy con Ángelica,
igualmente su concurso la chica
bombon, que consta de un selección
entre las chicas que mejor reúnan el prototipo voluminosos de esta
Narco-estética, realizado en la discoteca Juanchaco
Disco-club. Esta publicación es consumida mayoritariamente por población de
lo sectores populares en Cali, y sus convocatorias se caracterizan por incluir
mujeres de extracción popular, en eso se diferencia de las publicaciones de la
revista CARAS, JET SET, VEA, cuyas modelos, son reconocidas a nivel nacional y
se han insertado en los Mass media, como iconos, cuyos rituales de
blanqueamiento han sido más sofisticados y sus consumos responden a una
extracción socio-económica más alta.
2. ANÁLISIS:
La
Narco-estética plantea unos parámetros estéticos especiales que no responden a
las realidades multiétnicas bajo las cuales se ha construido la ciudad, la cual
ha vivido procesos de migración y desplazamiento forzado de diversas regiones
del país como producto de más de una década de violencia política. En ese orden de ideas, en el
contexto del narcotráfico y los Mass media, emerge el boom de las cirugías
estéticas como formas de reconstrucción de los cuerpos reales que buscan
apropiar el modelo hegemónico de cuerpo de la nueva feminidad normativa, donde
se resalta un modelo híbrido de corporalidad femenina que toma la delgadez del
cuerpo de la mujer “blanca” de elite, y todo unos rituales de blanqueamiento
como el planchado de pelo, el uso de tacones muy altos para simular mayor
estatura y se toma de la mujer afro-latina,
la sensualidad, la voluptuosidad, reforzada con el aumento del busto y de las
nalgas. Traduciéndose la estética
hegemónica en un modelo que combina estos dos paradigmas, a lo que se agrega
una disposición sexual permanente, de liberalidad sexual, pero en el esquema del narcotráfico conservando la
dicotomía entre la madre vs puta.
Si bien Eva, pareciera haber ganado terreno, no lo hace de
una manera emancipada, ya que su sexualidad sigue predispuesta a los caprichos
androcéntricos del macho de turno, es decir, el discurso marca una narrativa sobre el cuerpo donde se hace
necesario la premisa de un modelo de verse “bien” estéticamente para ese otro,
más que sentirse bien consigo misma. Como lo plantea Castellanos
“las mujeres siguen siendo objetos
y no sujetos de deseo sexual” (CASTELLANOS 2007).
3. CONSECUENCIAS:
Consecuencia
de este influjo de narco-estética son los quebrantos de salud de muchas mujeres
sometidas a prótesis infecciosas, algunas veces
han cobrado la vida de muchas personas, los miles de casos de alteración
en la alimentación de jóvenes y adultas/os. Son las mujeres en su mayoría las
que por su apariencia física pueden perder su empleo, incluso no encontrarlo,
esto sin importar si son profesionales o están suficientemente capacitadas para enfrentarse a cargos de alto nivel.
Así, los Mass media cumplen un papel importante en
estas formas de relacionarse con el mundo, reforzando los procesos de
blanqueamiento y delgadez, que genera dinámicas de exclusión, pues quienes
estén por fuera de estos parámetros son relegadas/os socialmente; peso que
recae y marca la construcción de lo que
se es como mujer y la manera como se debe actuar ante el mundo, no solo en las
relaciones erótico-afectivas, sino de igual forma, en las esferas laborales y
familiares.
De
esta forma, como lo manifestamos, el cuerpo se convierte en una mercancía que
lo definen un modelo de belleza
hegemónico donde la meta es acceder a él, aun a costa de la salud y la vida. Lemas como:
“Luce un cuerpo espectacular, adelgazar
en menos de un mes”, al lado de imagenes de mujeres con una figura
delgada, que marcan en el imaginario un
modelo poco acercado a la realidad de las mujeres caleñas. La publicidad
insiste en la deficiencIa del propio cuerpo como lo dice la estudiosa Bartky. “The
technologies for femininity are taken up and practiced by women against the
background of persuasive sense of bodily deficiency” (BARTKY 2003)
Produciendo
bajos niveles de autoestima, un sentimiento de carencia y traumatismo entre la
mujer real y el ideal que hay que alcanzar. Como lo señala la investigadora Dieliovsky “(...)these images are ideological and provide the benchmark for the
discipline and normalization of women`s bodies in order to minimize the
distance between the “real” (embodied, unmodified, not airbrushed) and the
ideal (witified feminine images of beauty)”. (DIELIOVSKY 2008)
4. PROPUESTA DE INTERVENCIÓN: TRANSMUTACIÓN MEDIÁTICA
Elementos del performance:
Dos mujeres: Es notable entre las mujeres la
competencia a la que nos han impuesto durante muchos siglos el sistema
patriarcal, que es visible dentro de los roles asignados socialmente.
Las cadenas: simbolizan esclavitud, en este caso
el sistema cultural patriarcal.
Las Revistas: los Mass media, la sobreexplotación
del cuerpo femenino donde se escribe la propaganda, los medios de comunicación
como mediadores y uniformadores de la realidad social
Hombre que lleva las cadenas: representa
el sistema patriarcal que guía el andar de las dos mujeres ciegas, así como la
masculinidad: protección, el que ejerce poder sobre el cuerpo, el alma, la
mente, el hombre representa la racionalidad.
Peluca de cabello negro liso: En la
religión judeo cristiana, el cabello largo significa estrato, en el caso de la
mujer es castidad, sumisión, mansedumbre y dulzura, feminidad, para el
performance tiene que ver con la moda actual y la influencia del narcotráfico
en el que la mayoría de mujeres se hacen alisados en keratina y extensiones de
cabello.
Tacones altos: En las mujeres significa
ostentación de poder, verse más altas da una sensación de seguridad y levedad,
en el caso de nuestro performance su uso simboliza la apariencia y los roles
asignados socialmente a las mujeres.
Parches en los ojos: Los ojos vendados significa ceguera,
miedo a ver la realidad, en el performance, traduce literalmente, estar sujetas
al sistema social patriarcal y miedo a salir de este esquema social.
Médico (a): El término se define en el latín
medeor: cuidar, curar, el que cuida y protege, el único que podía dar concepto
sobre el cuerpo en el siglo XIX, en el caso del performance es el médico
cirujano, especialista en la rama de la estética que se convierte en el
escultor o el artista que crea la obra, en este caso las dos mujeres híbridas.
Bufet: aparador, trinchero, fonda de estación, merienda, mesa
donde se sirve todo tipo de comida, en el performance es un bufé de partes del
cuerpo, donde el público escoge de acuerdo a su capricho las partes que se
quiere modificar.
Conclusiones: Como mujeres caleñas y artistas
adscritas a este modelo imperante, no podemos dejar de plasmar nuestra
experiencia y emociones suscitados que nos genera el performance, el cual ha
variado de acuerdo a los espacios y los diversos públicos. Nuestros
sentimientos transitan del miedo, a la
incertidumbre de estar a ciegas y desprovistas de ropa, vestidas por la
publicidad que rechazamos, a su vez nos
confronta con los iconos y modelos
impuestos ante la diversidad de la mujer caleña, sin embargo con la
esperanza que nos habita, plasmamos también en un acto de reconciliación la
necesidad de abrazar a la otra mujer, a todas esas mujeres que nos han
acompañado en este proceso de reconfigurar nuestra identidad,
así como la necesidad de liberarse conjuntamente y despojarse de la propaganda
que caricaturiza el género femenino como objetos sexuales.
REFERENCIAS
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[1] Francia
Elena Mamian Ruiz, artista escénica de la Universidad Distrital de Bogotá,
profesional de la danza contemporánea, aereolista, y docente de la Universidad
del Tolima en el programa de Licenciatura en Educación Artística, Alexandra
Castañeda Obando, artista escénica de la Universidad Distrital de Bogotá,
aspirante al título de Historia de la Universidad del Valle, y Tatiana
Castañeda Bonilla, bailarina de ballet de Incolballet Cali, Trabajadora social
de la Universidad del Valle y estudiante de la Especialización de Estudios de
género de la Universidad Nacional de Bogotá. Blogs: www.corpoairedanzaygenero.blogspot.com
Correos
electrónicos: pensarse@hotmail.com, franciaerea@gmail.com,
tati.trabajosocial@gmail.com. Teléfonos: 3132937590-3003855707-3165374304.